05 septiembre 2008

LA TRANSICIÓN

Hay veces,
algunas,
que las amo
con todo mi invisible,
como un beso cero,
como el olor seco
de cierta flor.
UN JUEGO DE NUEVE MUSAS

Es un tiempo estrecho la euforia, la apertura plural y reciproca de dos almas, en un mar, en un tiempo acotado; es cuando el roce y el mirar producen la pausa detenida de la respiración, cuando fluyen los mil poemas moldeados por cuerpos primaverales.

Mil fueron dentro de la duración del intervalo como otros en los surcos de las fronteras; afuera y adentro brota la burla del amor, la que se alimenta de piernas que caen como caricias en la boca de la ausencia.

La ausencia, el pánico convoca al juego, a la frialdad del proceso, a la lujuria, a la inmoralidad, que redimen a ahogados que no han muerto y que nadan como pueden para encontrar la otra perspectiva de la rivera.

El amante evoluciona, es puro y sincero enemigo de la conciencia, busca el atajo lento para enfermarla, para ser esclavo de cierta felicidad que es absurda cuando el tiempo es noche nueva.

He tenido la suerte de haberme sentido amado, la brecha que todo hombre debe cruzar, tuve la suerte, la de enfrentarme al duelo.
He sentido el amor en el cosmos del arte de un cuerpo y el efecto de las profundidades del Hades y su causa, el amor como un ajedrez en jaque (y no dije un rey ni el otro) dije muerte a una guerra de casilleros blancos y negros.

Las virtudes que aprendí, propias o entendidas, blancas o negras, son las que han dejado que el amor agónico sea captado en mi memoria, sufrido en ella.


Para que luego sea el turno de querer recordar la imagen desarmada; perpetuar desafinadamente el sonar de una palabra que era un código y simultáneamente, de esta forma difusa extrañarla. Mientras mi despertar espía a un nuevo ciclo, que ya no quiere ser, a una nueva euforia que no sea burlada, buscando añorar escribir en nuevos ojos los otros mil poemas.

De la euforia (El principio)

Cuando la certeza del diálogo nos pertenece,
el mar nos envuelve hasta el beso.

Cae de los cuerpos,
erguida en la primavera,
escondida del juego;
un grito efímero,

de ardor y curiosidad,

penetra la carne,
y preguntas,
y respuestas,
y un beso que no quiere terminar.

De los mil poemas


Nº 1, 2, 3,……..28


Nº 29

Verde me miras,
desnuda en el aire,
sonrío en tus cosmos,
desnudo a tu mirar.


…Nº 30, 31, 32,…..999


Nº 1000


Sopla viento,
para quemar el polvo
con una caricia ocular,
con el cayo en la mano que escribe el poema.

De la burla


Quita del rostro tu lágrima,
quita tu suspiro de mis ojos;
¿no ves que me dejas ciego?

Quema tu aliento a jazmín
de mis ojos empañados,
que ya he entendidoque el amor es una pausa en el desierto.

De la ausencia


Si la primavera fuese todo el año
y los jazmines inundaran los aires,
me ahogaría en cada beso,
en cada caricia de tu cuerpo.
Si esta fuese todo el año,
mi muerte, inevitable,
esperaría a que el olor
vuelva con la imagen.

Del pánico


Ave detente;
seduce las frías noches
con tus llamas de fénix,
que la gota ha caído letal
de mi pupila diseca,
de una ausencia de carne.

Del proceso



Voy a respirar
la ceniza de tu rostro
con el viento
que te refugia,
con el dolor de la daga en el beso,
para exhalar
la imagen en toda su forma.

De la lujuria



Ay cuerpo ardiente
si este tiempo sería diverso
si se detuvieran tus caricias
te quedarías envuelto en su boca
acobijado por su mirar
ay sangre fría al terminar
si tu tiempo sería diverso
si tu rojo se sumergiera a su vena,hubiese sido un éxtasis de amor.

De la inmoralidad


Las cunas nocturnas,
libran mis bestias ardientes;
por mis venas disparan salvas
para provocar
tu desnudo e indefenso cuerpo,
que arde bajo la crueldad que yo impongo.
Sutil, estratégico
y con mi don de hombre hasta que el rito acabe
te dejare dormida,
y me olvidare de tu perfume fugaz,
de tu caricia.

Tal ves te pensaré, si las bestias quieren.

De la conciencia


Cuando mi cuerpo
se desnuda enfrente de tus ojos
y no son mis ojos los
que se desnudan enfrente de tu cuerpo
quizás te deje sangrando
porque yo cruel bestia seré
y me iré corriendo
con el eco de tu llanto.

Del duelo



(El niño que fui, aquel que engordó sus pasos, tuvo certera razón cuando me dijo que las personas no existen cuando no las vemos, cuando no nos tocan, no nos miran…)

Del arte


Cuando dos palabras
contrastan
y la armonía hace
el amor con la melodía;
tu orgasmo se detiene con el mío
en un óleo que nos grita
desde una pared.

De las Profundidades


Mi boca se resbala
para lamer la tierra,
lo que queda del beso,
lo de una boca
enterrada.

Mi boca se resbala
porque sigue en tu aliento.

Mi boca no respira
se acuerda y no respira.

Mi boca quedó en la tierra,
en la humedad
del recuerdo.

Del ajedrez



Tú, mujer
de pasos ligeros
veo que no te importa
las noches y los días para
llegar a mi morada
y para huir no sufres pena alguna
¿no ves que el jugador
no me mueve hacia ti?

Cambia de color
¿capaz mi rey este en jaque?

De la memoria



Encarcelo la flor con mi puño,
con el fuego en mi espalda,
la apreto para agonizar
el ardor del aroma besado,
para que el blanco se marchite
y que la memoria no queme,
la apreto
para que su jugo
apague el atrás encendido,
la mirada de espera
y la caricia en el poema.

De la imagen



La virtuosa imagen inmortaliza
El duelo en las profundidades

Golpea el rostro lluvia
y amolda el pelo,
para que pueda oír
el relieve de la figura
con el sonar de la gota.

Del extrañar


El olor a frío
me hace acordar
a la ausencia,
a un recuerdo que desarma
el rostro,
cuando el rostro no está.
Es un aire bien parecido,
el olor particular en la imagen,
la ausencia de calor
que me derrama
una lágrima
extraña

Del despertar – (El Bostezo)


El bostezo de un hombre
después del sueño,
es hambre que desayuna
aire imprevisto.
El bostezo,
con toda la pureza de su desnudez,
es la apertura generosa
para aspirar el beso,
un momento para seducir el alma.

Y cuando la boca se cierra
el aliento
quema la yaga
para que el hombre vuelva a levantarse.

De los otros mil poemas



Nº 1

Caes suave
y me hago luz,
garúa que despierta
el olor a tierra cuando amanezco.

Caes y humedeces la piel
mientras me cantas con tus aves
para dar el paso,
iluminar la tierra
mojada.

Caes y amanezco
una nueva flor me muestra su olor

Nº 2…